Su historia

Piribebuy, pueblo de origen espontáneo

Piribebuy es un pueblo de origen espontáneo, es decir, no se sabe de su fundación oficial. Sus orígenes se remontan a mediados del siglo XVII. Originado a partir del establecimiento de una capilla en el sitio llamado Paraje Obligado probablemente entre 1640 y 1650, fue designada parroquia en 1740 por el gobernador Rafael de la Moneda.

El Paraje Obligado era un lugar de descanso y recambio de caballos y mulas a orillas del arroyo Piribebuy, cuyo origen a su vez, se puede situar posterior al fortalecimiento del Camino Real de la yerba mate que unía la región de los pueblos de Caazapá y Yuty, fundados por los franciscanos entre 1609 y 1610, y la capital Asunción. Justamente el transporte de la yerba mate había propiciado el establecimiento del aquel paraje, así como la benegnidad del clima cordillerano en tiempos estivales, los más en el Paraguay.
Los primeros pobladores de Piribebuy fueron criollos y mestizos que se dedicaban principalmente a la agricultura y que no eran asimilados en los pueblos franciscanos de indios reducidos. Mediante el régimen de encomiendas, los dueños de las extensas tierras utilizaban la mano de obra indígena concentrada en los pueblos franciscanos de Tobatí y Atyrá. En sus orígenes, era un lugar de descanso, una posta sobre el Camino Real (que reemplazó nominalmente al «tape aviru» de los guaraníes) por donde transitaba el tráfico comercial de la yerba mate.
La iglesia, erigida en honor del Santo Cristo de los Milagros, más tarde conocido como Ñandejará Guasú (nuestro gran señor, también conocida como Dulce Nombre de Jesús), fue concluida en 1753 por obra de su entonces cura párroco don Gaspar de Medina. Desde entonces era conocida popularmente como Capilla Guasú o Capilla Guazú (capilla grande) por sus dimensiones comparativas con otros templos de la época.
Piribebuy fue un centro impulsor del poblamiento de la zona cordillera. En la segunda mitad del siglo XVII, de ahí surgieron los pueblos de Barrero Grande, Caacupé, Itacurubí de la Cordillera y San José de los Arroyos.

Capital de la República

Durante la Guerra de la Triple Alianza (de la Argentina, Brasil y Uruguay contra Paraguay), Piribebuy se constituyó en Tercera Capital de la República. Estando en el Cuartel General de Pikysyry, el 8 de diciembre de 1868, el Mariscal López decretó el traslado de la Capital de la República al nuevo asiento del gobierno. A medida que se produjeron los sucesos de Ita Ybaté y la reorganización del ejército en Azcurra, se trasladaron aquí el Archivo General de la Nación, y aquí residieron (hasta poco antes de la llegada de los invasores) el vicepresidente Sánchez y la legación del ministro plenipotenciario de Estados Unidos, el general estadounidense embajador ante el Paraguay Martín Mc Mahon, la madre, las hermanas y los hijos del presidente López, y su mujer, la irlandesa Elisa Lynch.
A fines de julio de 1869, las fuerzas del príncipe Gastón María de Orleans, conde D’Eu (yerno del emperador Pedro II) emprendió la campaña de las Cordilleras. Atacaron Ybytymí, el 4 de agosto entraron a Sapucay, luego a Valenzuela, y el 10 de agosto de 1869 llegaron al pueblo Piribebuy.

La Ciudad Heroica

El ejército invasor cercó el pueblo: eran 20.000 aliados contra 1600 defensores y unas 100 mujeres (a las que aún se recuerda como «las Heroínas de Piribebuy»). Los brasileños intimaron al comandante Pedro Pablo Caballero a rendirse. Caballero contestó textualmente: «Estoy aquí para pelear y si es necesario para morir, pero no para rendirme».
Al amanecer del 12 de agosto, previo bombardeo, se inició el ataque de la plaza principal (donde se encuentra la iglesia), que duró cinco horas. El general brasileño Juan Manuel Mena Barreto iba a la cabeza de las fuerzas aliadas, siendo rechazado dos veces. Se dice que al llegar al arroyo Mboreví, en la tercera carga, cuando se adelantaba el general para envalentonar a sus huestes, el capitán paraguayo Manuel Solalinde ordenó al cabo Gervasio León, uno de sus mejores tiradores, que lo abatiera. Y así lo hizo: el general fue herido con una bala de fusil en la ingle y expiró a orillas del arroyo. El conde D’Eu, dominado por la ira, ordenó entonces que se pasara a degüello a todos los soldados prisioneros (más de 900), sucediéndose en Piribebuy los actos más atroces de la guerra. Se dejó que los soldados brasileños se vengaran de los civiles paraguayos, provocando una inmensa destrucción e incontables violaciones. El Archivo Nacional de la República, que había sido traído desde Asunción, fue sacado a la calle y gran cantidad de documentos históricos fueron quemados en la plaza. El remanente (el mayor porcentaje) fue llevado a Brasil. Finalmente, el ejército brasileño tapió todas las puertas y ventanas del Hospital de Sangre de Piribebuy y le prendió fuego, asesinando así a 600 heridos, médicos y enfermeras.
Después de la guerra, Piribebuy fue uno de los sitios preferidos por los inmigrantes italianos, que se instalaron en sus inmediaciones, creando una sociedad dinámica, consolidándose sin embargo la identidad local. Prueba de ello es que una de las artesanías características hasta hoy se conserva: el famoso «poncho de sesenta listas». También se sigue fabricando la caña, bebida también tradicional.

Municipio

El 6 de marzo de 1900 Piribebuy fue convertida en municipio.
En 1958, la Municipalidad estableció una supuesta fecha de fundación: el 8 de marzo de 1636, pero esta afirmación carece de fundamento histórico. Esa fecha se festejó por primera vez el 8 de marzo de 1958, en lo que sería el aniversario 322 de la localidad. La resolución municipal n.º 127, de 1988, estableció definitivamente como fecha de fundación el 8 de marzo de 1636 (376 años hasta la actualidad [2010]).

Monumento a Los Héroes

Los dirigentes del Club Doce de Agosto, inspirados en el artículo primero de sus estatutos, que reza «Su fundación se inspira en el pasado histórico de este pueblo», se abocaron a la tarea de erigir un monumento a los héroes caídos en el sangriento combate del 12 de agosto de 1869. El monumento se inauguró el 12 de agosto de 1919, año del Cincuentenario de la Batalla de Piribebuy.
La pluma de Remigio Segovia, fundador y primer presidente del Club Doce de Agosto (fundado el 1 de marzo de 1916) se refiere de esta manera el acto inaugural:
Este monumento fue inaugurado oficialmente en el cincuentenario de dicha acción de guerra con la asistencia del Batallón de Cadetes de la Escuela Militar con su director y oficiales de planta, una batería de artillería, que hizo las salvas correspondientes, un escuadrón de caballería, la banda de músicos del Regimiento de Paraguarí, representaciones del club Nacional de Asunción, los centros universitarios de Medicina y de Derecho, del Magisterio y a su vez doscientos estudiantes del Colegio Nacional de la capital, quienes llegaron en peregrinación patriótica a pie desde Pirayú. Los veteranos sobrevivientes, formados frente al monumento, tuvieron la satisfacción de presenciar, con lágrimas de emoción, desfilar ante ellos rindiéndoles honores, a los cadetes a paso de parada, con la banda de músicos al frente, la artillería, la caballería al galope, todas las representaciones ya mencionadas y el pueblo en general
Una placa de mármol blanco atestigua: «monumento erigido por el Club 12 de Agosto F. C.».

La Guerra del Chaco

Más de 2000 piribebuyenses fueron movilizados, y el caso extraordinario fue que en plena guerra se instalaron fábricas en casi todas las compañías para elaborar los productos aprovechando las donaciones, sobre todo de mandioca. Se proveía al ejército de fariña, cigarros y bordalesas de caña, en una creciente industrialización, que además no descuidaba el mantenimiento de las chacras de los movilizados, lo que habla de la energía y voluntad de superación de Piribebuy.
El 12 de agosto de 1938, ante el pueblo reunido en la plaza, se procedió a descubrir en el Monumento a los Héroes una placa de bronce con los nombres de los 252 hijos de Piribebuy que murieron en defensa de la patria durante la Guerra del Chaco.

El Museo Histórico

El Museo Histórico «Comandante Pedro Pablo Caballero» expone objetos recuperados de la Guerra contra la Triple Alianza, y otros objetos antiguos de tiempos de la colonia.
Su actual local fue inaugurado en 1994, pero realmente fue creado en 1973 por Alfredo Bernal, un excombatiente de la Guerra del Chaco, que se empeñó en recuperar los patrimonios históricos de su ciudad. Lo hizo sobre la base de un pequeño museo creado por la historiadora Dra. Margarita Durand Estragó, que hasta 1971 fue directora del Colegio Santo Domingo de Piribebuy. En las salas del museo se observan objetos de las dos guerras, la de la Triple Alianza y la del Chaco.
El director del museo, Miguel Ángel Romero, tallador de imágenes de santos, enseña su arte a todas las personas que deseen aprenderlo. Estas deben pasar un examen de ingreso que consiste en tallar el dedo pulgar de una mano. Durante el año escolar muchos niños vienen a aprender el arte de esculpir la madera.

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